Beber agua con pH alcalino,
minerales esenciales,
hidrógeno disuelto… ayuda a:
Mejorar el sistema inmunológico. Mejorar la calidad de vida a pacientes con quimioterapia. Reducir el colesterol malo (LDL). Mejorar los tratamientos en pacientes con Parkinson. Prevenir el deterioro cognitivo. Mejorar el rendimiento muscular y la recuperación. Mejorar la diabetes del tipo 2. Mejorar los síntomas de la artritis reumatoide. Prevenir el envejecimiento.